Advertencia

Recargar cartuchos puede ser peligroso. Una ejecución incorrecta puede provocar daños materiales y lesiones. En algunos países es obligatorio realizar una formación. Recomendamos asistir a un curso correspondiente también en los países sin una legislación al respecto. Dado que la pólvora de carga propulsora se encuentra fuera de nuestro control y supervisión una vez que abandona nuestra fábrica, declinamos toda responsabilidad por los daños que puedan originarse. Como fabricante, únicamente nos concierne la responsabilidad si se nos atribuye dolo o negligencia grave.

La recarga de cartuchos se debe efectuar siempre con el respeto necesario ante el material explosivo. El cumplimiento de los detalles y un trabajo cuidadoso y limpio contribuyen a aumentar la seguridad. En especial las confusiones de pólvora o las cargas dobles pueden causar problemas graves.

Se deben respetar las siguientes reglas básicas:

I. No comenzar nunca directamente con la carga máxima indicada. El proceso debe comenzar siempre con la carga inicial y luego ir orientándose hacia la carga máxima hasta que se ajuste el resultado de tiro deseado.

II. No sobrepasar nunca la carga máxima indicada por Nitrochemie Wimmis AG. Una presión alta podría provocar daños o la destrucción del arma.

III. El disparo con cartuchos cargados por uno mismo se debe ajustar de inmediato en caso de observar indicios de que la presión es elevada.

IV. No mezclar nunca la pólvora de carga propulsora. Esto se aplica con independencia de la marca y el modelo.

V. No utilizar nunca pólvora de carga propulsora como repuesto de pólvora negra. Las pólvoras de carga propulsora sin humo producen una presión notablemente más elevada que la pólvora negra.

La recarga de munición contiene componentes de otros fabricantes. Se deben considerar muchos parámetros. El equipamiento utilizado debe encontrarse en perfecto estado. La empresa Nitrochemie Wimmis AG no ejerce ningún control sobre estos procesos y por ello declina explícitamente toda responsabilidad por daños que puedan originarse durante la recarga o a la hora de utilizar los respectivos componentes y la munición.

La recarga se efectúa siempre por cuenta y riesgo del propio usuario.

Daños por desgaste