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Años duros

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Los años que transcurren desde 1939 hasta 1945, durante los que la Alemania nacionalsocialista asola el mundo con una espantosa guerra, también dejan tras de sí huellas claras en la vida civil de los países afectados. Incluso cuando, estando fuera la zona de combate, parece que la vida sigue su curso habitual, ya nada es como antes, tampoco para la Deutsche Vergaser Gesellschaft (DVG) en Berlín ni para Karl Schmidt en Neckarsulm.

Al principio el trabajo sigue adelante como siempre: no debe trasladarse la producción, pero el cliente es ahora el ejército alemán de la época, llamado Wehrmacht. Muchos vehículos del frente, así como patrullas y convoyes de suministro, están equipados con pistones o cojinetes de Karl Schmidt, o bien con carburadores y bombas de combustible de la DVG.

Los empleados de la cinta o la nave de montaje no se percatan de mucho. A excepción de las caras de los compañeros que cambian cada vez con más frecuencia. Los empleados son reclutados para el servicio militar y muchos de ellos ya no regresan. En su lugar, las mujeres asumen el trabajo y cada vez son más los prisioneros de guerra o los condenados a trabajos forzados los que ocupan los puestos en la cinta.

Cuanto más se prolonga la guerra, más duro debe ser el trabajo para abastecer a las tropas del frente. Los constantes ataques aéreos interrumpen las tareas sin cesar. El 1 de marzo de 1945 es un día desgraciado para la fábrica de Karl-Schmidt en Neckarsulm: los ataques aéreos han destruido el 80 %. La fábrica de la DVG, que se había salvado durante un largo tiempo, resulta muy perjudicada durante la batalla final de Berlín. Allí no vuelve a trabajarse durante un largo período. Ya entre 1943 y 1944 se traslada la producción gradualmente a Forst, en la región de Lusacia, y a Praga. Tras el fin de la guerra estas sedes se pierden para no poder recuperarse.

El balance a día 8 de mayo de 1945 son fábricas destrozadas y un sinnúmero de empleados caídos. Después de que Kolbenschmidt aclare la cuestión de las reparaciones de guerra, los supervivientes comienzan pronto a reconstruir su país y su economía.
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Economía de guerra

Después de que la crisis económica les sacudiera, muchas empresas se benefician primero de la «subida al poder» de los nacionalsocialistas el 30 de enero de 1933. Las medidas de creación de empleo del régimen nacionalsocialista, por mucho que algunas de ellas sean económicamente absurdas, así como el rearme del Reich alemán, brindan nuevas oportunidades a la DVG y Karl Schmidt GmbH en la industria automotriz y el sector marítimo. Los vehículos del Wehrmacht se equipan con carburadores y bombas de combustible, mientras que los pistones de maquinaria grande para los rápidos motores diésel juegan un papel determinante en la construcción naval de la Marina. A la vista de las crecientes cifras de producción, el hecho de que la economía ya no se rija por el libre mercado, sino por planes cuatrienales, dejar de ser importante.

El estallido de la guerra en 1939 hace necesaria otra evaluación de la producción para Karl Schmidt. La fábrica de la DVG en Berlín no está informada de ello. En un primer momento no es necesario trasladar la producción, al contrario que en el caso de muchas otras empresas alemanas. Los vehículos militares circulan con carburadores, bombas de combustible, pistones y cojinetes, al igual que los civiles.

Debido a la duración de la guerra que se prolonga, también cambian los requerimientos que se hacen a Karl Schmidt y la DVG. Ahora es el momento de ampliar la gama de fabricación. De tal forma que, en la fábrica de pistones de Hamburgo, «Noleiko», se comienza la producción de pistones para motores de avión en 1941. Sin embargo, la actividad principal pronto se realiza en filiales y lugares provisionales para garantizar la producción, ya que han comenzado los bombardeos en Berlín y en muchas otras ciudades alemanas.

En 1943 comienza la deslocalización de la empresa: para asegurar la fabricación de pistones, hay partes de la empresa que se desplazan de Neckarsulm a Heilbronn, Böckingen y a la mina de sal de Kochendorf. En estos mismos años, el departamento para bombas y gas combustible de la DVG se traslada desde Berlín hasta Forst, en la región de Lusacia, la fabricación de carburadores sigue el mismo camino durante el cambio de año de 1943 a 1944. Sin embargo, el trabajo es en vano. No solo la fábrica central de Karl Schmidt, sino también los centros industriales desplazados, se ven gravemente afectados por los ataques aéreos. En la primavera de 1945 se interrumpe la producción. Asimismo, Alfred Pierburg se ve obligado a liquidar el negocio de Forst en marzo de 1945 y levantarlo de nuevo en Joachimsthal, hoy parte de la actual República Checa. Aunque la fabricación allí también cae en poco tiempo. Tras la ocupación de los soviéticos y los americanos, se impone una prohibición general de la producción a las fábricas de la DVG y Karl Schmidt. La amenaza de un desmontaje completo se cierne sobre ellos.

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1939 Los productos también se emplean en los vehículos del Wehrmacht
1943 Comienza la deslocalización de la empresa a causa de los ataques aéreos
1945 Destrucción de las instalaciones de producción. Prohibición provisional de la producción